Origen de la construcción

La bodega se sitúa en los bajos y el sótano (que aquí se denomina calado) de una casa solariega de finales del siglo XVII en el casco antiguo/histórico en la villa milenaria de Navarrete (La Rioja). Da a dos calles, con distintas cotas, la mas elevada es la calle Mayor Alta que en el Medievo fue la calle principal de la  villa feudal, como así lo atestiguan las casas que la forman con sus fachadas de piedra de sillería y escudos heráldicos nobiliarios correspondientes a las distintas familias que en ellas habitaban. El origen de la calle se encuentra en el camino que circundaba al cerro donde se ubicaba el castillo, hoy en día desaparecido, cuyas ruinas fueron utilizadas para construir en el siglo XVII  la actual iglesia, joya del barroco riojano, en sustitución de la antigua que se situaba 100 metros mas al norte que la actual y que fue descubierta en el año 2005.  

Ese camino era el que utilizaban los peregrinos para abandonar el pueblo una vez habían orado en el basílica y continuaban con la larga la Ruta Jacobea. Debido a su ubicación estratégico / defensiva fue utilizado por los nobles para construir sus viviendas al abrigo de las defensas del castillo y así pasó a convertirse en la calle principal de la villa.  

Como producto de la expansión de construcciones modernas que se han llevado a cabo en los últimos años en otras partes del municipio, hoy en día ya no es la calle principal, pero sigue siendo el centro del casco antiguo/histórico y también el paso de miles de peregrinos que anualmente continúan haciendo El Camino de Santiago tal como lo vienen haciendo desde hace cientos de años.

La rehabilitación 

En el año 2001 llevamos a cabo la reforma de la bodega, que consistió en restaurar y sanear las paredes y el suelo, manteniendo la estructura de viguería de madera de roble montada sobre piedra de sillería que hemos dejado descubierta para que pueda ser admirada en las visitas guiadas. La planta baja se dividió en dos zonas. La primera con una doble función, como zona de trabajo ( laboratorio, embotellado , etiquetado …) y también como sala de catas. La segunda zona la convertimos en el botellero con sus nichos para separar añadas. Aun siendo la botella de un cristal muy oscuro hemos instalado luz negra para iluminar el mismo para evitar que dañe al vino mientras se encuentra en la fase de crianza en botella.   

Ambas zonas (zona de trabajo y botellero) están separadas por una mampara de cristal que permite tener una sensación de amplitud y a su vez aprovechar las ventajas de las condiciones climáticas del calado en beneficio del botellero.     

La zona de trabajo se abandona atravesando la puerta de la mampara de cristal y junto al botellero se desciende por una escalera de piedra de sillería al sótano (calado) que se encuentra excavado el la roca a siete metros de profundidad. 

En el calado que data del siglo XV, se encuentran ocho grandes arcos de ladrillo macizo que sostienen la bóveda de piedra natural. El trabajo de restauración que se ha llevado a cabo ha sido el saneamiento del suelo y paredes que el paso del tiempo había erosionado y la iluminación especial de los arcos con apliques de hierro forjado. 

Con todo ello, hemos conseguido un equilibrio perfecto que dan los materiales nobles del hierro, la piedra, el ladrillo y la madera, que hacen que nos traslademos a otra época mientras escuchamos el eco de los pasos de los peregrinos del Camino de Santiago que pasan a diario por la puerta de nuestra bodega desde hace cientos de años.   

Toda las piezas de Forja artísticas, apliques, verjas, lámparas y puertas, son únicas, han sido diseñadas y construidas por mi socio Carlos J. Arranz junto con su suegro Pablo Huergo Soto.  www.lafraguadehuergo.com