A la elaboración
tradicional del vino hemos sumado las modernas prácticas enológicas
aportadas por Carlos J. Arranz que consisten en extraer a las uvas todo
su potencial polifenólico para obtener un vino único, ARAR, con personalidad
propia, de gran calidad.
Entre otras, las
practicas enológicas que aplicamos son:
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Refrigeración de los racimos en el viñedo,
mediante vehículo con isotermo.
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Despalillado antes de iniciar la
fermentación.
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Fermentación espontánea con la propias levaduras que contiene la uva.
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Se fermenta en depósitos de acero inoxidable de 1.000 litros, separando
pagos.
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Control de temperatura en la fermentación
mediante camisas e inyección de nieve carbónica.
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Hacemos "delestage" a media fermentación y la terminamos con
temperaturas de 30 º C.
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Maceraciones largas,
según las añadas, pero no inferiores a 20 días naturales.
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Solo utilizamos el vino procedente del sangrado del depósito.
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El vino
de prensa
se desecha.
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Crianza sobre lías finas en los propios
depósitos de acero inoxidable, controlando la microoxigenación.
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Seguidamente provocamos con calor la fermentación maloláctica. Una vez
concluida realizamos dos trasiegas para limpiar el vino por decantación
antes de pasarlo a barricas.
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Un solo filtrado muy suave antes del
embotellado una vez concluida la crianza en barrica en la que gracias a
las tres trasiegas por decantación en la propia barrica ya se han
eliminado la mayoría de los posos.
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